lunes, 2 de noviembre de 2009

Marca si marca no....

¿realmente es tan importante la marca del producto? ¿quién invento la marca, o más bien su concepto? ¿quién fue el primero que se dio cuenta que un nombre o un símbolo concreto nos dirige en el consumo? Teniendo en cuenta que las marcas y su prestigio tiene como objetivo que un producto se consuma más que los de la llamada competencia, tendría sentido que la marca naciera con el capitalismo y el consumismo, con la intensificación del comercio (y por ende la mejora de infraestructuras como el tren a vapor o los grandes buques...), la gran urbanización... porque si nos paramos a pensarlo, en un pueblo que al menos en lo primario se autoabastece, la mayor marca que puedes tener es "la leche de las vacas de mi vecino Pepe" o "los huevos de las gallinas de Doña Asunción", ¿no? Pero si pensamos un poco más allá, en realidad la marca es un producto de la publicidad y la publicidad existe desde que las sociedades se organizaron y buscaron un jefe y desde que se establecieron relaciones comerciales... En resumen, la publicidad es inherente a nuestras organizaciones sociales pero las marcas son un producto importantísimo del desarrollo capitalista de la sociedad.

Como yo lo veo, la marca es un estandarte del consumismo. Compramos por la marca, no por el producto. ciertamente se supone que la marca acarrea una cierta calidad o precio y eso es lo que nos guía, pero es la marca al fin lo que nos hace decidirnos, sobretodo porque acarrea además de una relación calidad-precio un prestigio y reconocimiento. Pero el punto a tener en cuenta es que a pesar de que un marca puede ser tan buena como otra compramos la que más nos atrae, lo que se viene llamando fidelidad a la marca. Y no sólo eso, sino que una mara puede ser más cara que otra pero igual en la calidad y aún así compramos la marca cara por su prestigio o porque es la que compramos siempre. Y más allá, compramos en sitios donde un produto de la marca x es más caro que en la tienda de al lado sólo porque nos han vendido una imagen del establecimiento por la que se supone que ofrece mejor calidad.

El caso es que las compañías se han dado cuenta de dos cosas fundamentales:
1) no nos gusta pensar cuando vamos a hacer la compra ni nos gusta probar cosas nuevas (para qué si lo que tengo no está mal)
2) compramos por los ojos, hecho fundamental en el proceso de marketing de una empresa. Cuanto más llamativo sea, cuanto mejor sea el slogan, cuantas más publicidades veamos, cuantos más famosos salgan en las revistan anunciándolo o en una foto sacada "de estrangis" haciendo la compra, cuantos más valores sociales encarnen, cuanta mayor deseabilidad genere por su prestigio y el status que tenga.... y un millón de cosas más, más nos veremos empujados a comprarlo, sin importar precio o calidad. Al fin y al cabo, no hay gente que se gasta miles y miles de euros en bolsos, zapatos, vaqueros y demás artículos de lujo cuando puedes comprarlos a buena calidad por un precio mucho menor?

No compramos artículos o productos o servicios, compramos marcas basándonos en una imagen irreal la mayoría de las veces de calidad y sobre un criterio de prestigio y bienestar social. Ya no son cuestiones de satisfacción de una necesidad o de pragmatismo sino que el consumo gira entorno a la proyección de una imagen hacia el mundo exterior. Y TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS estamos dentro de este juego enfermizo. Da igual que las All Star pasaran de costar 20 a 60 euros porque se pusieron de moda; da igual que las galletas de marca x cuesten el doble en el corte inglés que en el mercadona; da igual que unos pantalones vaqueros (que al fin y al cabo se te acabarán rompiendo igual en un momento u otro) cuesten el doble en Levi's que en HM; y como estos hay mil ejemplos que podemos encontrar en el día a día y que sin darnos cuenta, de un forma o de otra, acabamos cumpliendo con la regla...

Y ahora algo de sinceridad: me encantan las marcas en algunos de sus aspectos, siempre que entrañen calidad real!





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